El burrito Mota vivía en Catacaos. Era lindo, plomizo y suave como algodón.
Le gustaba jugar con las mariposas y era alegre como un niño.
Un día se encontró con un señor que venía muy molesto. Le dijo:
-¡Fuera de aquí burro! ¡ Largo o te agarro a palos! Mota huyó asustado. A él le gustaba corretear, saltar perseguir a las mariposas.
Era muy alegre y nunca quiso molestar a nadie.
Pasaron muchos meses. Cuando fue Navidad, Mota salió a pasear al Niño Jesús sobre su lomo suave y plomizo.
La gente que lo conocía, gritaba: - ¡Que lindo burro! ¡Viva Mota! - ¡Viva, viva! - Mota era el orgullo de Catacaos.
Ahí estaba aquel señor que lo maltrató. Al verlo, el hombre se sintió muy avergonzado.