Cierta noche paseaba un mago por las orillas del río Azul, cuando pasó volando sobre su cabeza un búho que llevaba un ratoncito en su pico.
El mago dio una palmada y el ave se asustó y soltó su presa. Entonces, el mago, que era un hombre bondadoso, cogió al magullado ratoncito y, después de curarlo, lo tocó con su varita mágica y lo transformó en una hermosa joven.
—Ahora —le dijo—, voy a buscarte un esposo. ¿A quién querrás conceder tu mano? Has de saber que soy un gran mago y que puedo satisfacer todos tus deseos.
—¿De verdad? —preguntó—. Pues... pues me gustaría ser la esposa del ser más poderoso del mundo.
—Nada hay en el mundo más grande y poderoso que el Sol —le contestó el mago—. Así pues, te casaré con él.
Se pusieron en camino hacia el sol. No se acercaron mucho para no quemarse. El mago suplicó al Sol que aceptara la mano de su protegida. Pero el Sol le dijo:
—Yo no soy el ser más poderoso. Fíjate: basta una sola nube para cubrirme y tapar mi luz. Ciertamente, la nube es más poderosa que yo.
—Yo no soy el ser más poderoso. Fíjate: basta una sola nube para cubrirme y tapar mi luz. Ciertamente, la nube es más poderosa que yo.
Inmediatamente fueron a buscar la nube más hermosa que había en el firmamento. El mago habló con la nube y le ofreció la mano de la joven. Pero la hermosa nube resignada le dijo:
—Yo no soy el ser más poderoso del mundo. El viento me arrastra donde le place. Por lo tanto, debo afirmar que el viento es más fuerte que yo.
—Yo no soy el ser más poderoso del mundo. El viento me arrastra donde le place. Por lo tanto, debo afirmar que el viento es más fuerte que yo.
Esperaron cerca del mar la llegada del viento. Cuando este apareció, el mago le preguntó si aceptaría por esposa a la joven. Pero el viento le susurró:
—Yo no soy el ser más poderoso. La montaña es más poderosa que yo, pues con su gran mole detiene los más fieros vendavales.
—Yo no soy el ser más poderoso. La montaña es más poderosa que yo, pues con su gran mole detiene los más fieros vendavales.
Caminaron buscando la montaña más alta y cuando la encontraron, el mago volvió a repetir su ofrecimiento. Pero la montaña, con voz atronadora, le dijo:
— ¡Hay alguien más poderoso que yo! Es un ratoncillo que excava sus ratoneras en mi ladera y vive en mi seno contra mi voluntad. ¡Mi poder, que divide las tormentas, no basta para infundir respeto a ese pequeño animal!
— ¡Hay alguien más poderoso que yo! Es un ratoncillo que excava sus ratoneras en mi ladera y vive en mi seno contra mi voluntad. ¡Mi poder, que divide las tormentas, no basta para infundir respeto a ese pequeño animal!
"Ciertamente, el ratón es el ser más poderoso del mundo", pensó el mago, "pero mi protegida no consentirá en ser la esposa de un ratón."
Así pues, convirtió de nuevo a la joven en una ratita, la casó con el ratón de la montaña y los dos vivieron dichosos durante largos años.
RESPONDAMOS
1. ¿Qué era lo que llevaba el búho en su pico?
2. ¿Quién liberó al ratoncito? ¿Cómo lo hizo?
3. ¿En qué convirtió el mago al ratón?
4. ¿Qué deseo le pidió la joven al mago?
5. Según el mago, ¿quién era el ser más poderoso del mundo? ¿Qué
hicieron entonces el mago y la joven?
6. Cuando se acercaron al sol, ¿qué les dijo éste?
7. ¿Qué hicieron entonces el mago y la joven? ¿Adónde fueron?
8. Cuando el mago y la joven fueron a ver a la nube, ¿qué les dijo
ésta?
9. ¿Qué tuvieron que hacer entonces?
10.¿Qué les dijo el viento? ¿Por qué la montaña era más poderosa que
el viento?
11. ¿Era la montaña el ser más poderoso del mundo? ¿Por qué?
12. ¿Qué le hacía el ratón a la montaña?
13. Según la montaña, ¿quién era el ser más poderoso del mundo?
14. ¿Qué hizo el mago entonces con la joven?
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